El embalaje flexible sostenible garantiza una serie de ventajas en el envasado y conservación del producto, así como en las distintas etapas de la cadena de suministro. Desempeñan un papel esencial en la conservación del medio ambiente. Reducen el desperdicio alimentario, ofrecen una excelente relación producto/embalaje, protegen los productos que contienen y facilitan su transporte, y amplían su vida útil de forma significativa.
El packaging flexible ecológico aumenta la protección del producto y su frescura
El Doypack, Saco Pet Food, Bolsas de 3 soldaduras – y otros envases flexibles ecológicos -, se confeccionan a partir de plásticos laminados con propiedades barrera. Estos materiales ofrecen una ventaja exclusiva: protegen doblemente el producto. Alargan su vida, y además, mantienen sus propiedades originales. Por lo que mejoran notablemente la protección del producto y su frescura.
Esto nos lleva a afirmar que el embalaje flexible ayuda a reducir el desperdicio alimentario. Cuando aumenta la vida útil del producto – especialmente la de productos frescos de alimentación – aminoramos los desechos. Un claro ejemplo lo hayamos en la conservación de frutas y verduras, lácteos e incluso carnes.
Según datos publicados por La Asociación de Empaques Flexibles – en inglés Flexible Packaging Association – los envases flexibles triplican el periodo de conservación de estos productos alimentarios. Por ejemplo, el uso de empaque flexible en la uva, garantiza su conservación durante 19 días. Mientras que con el uso de otros tipos de packaging, se reduce a 7 días. otro caso destacable es el queso: puede llegar hasta los 280 días de conservación, frente a los 190 días garantizados por otros envases clásicos. Y por último, destacamos el caso de la carne. El envase flexible a medida proporciona un periodo de conservación 7 veces mayor: pasando de 3 días a 20.
Mejora el carácter eco de tu marca
Siguiendo los datos proporcionados los la asociación, los resultados muestran que el embalaje flexible, cuando se compara con otros formatos de empaques, tienen mejores atributos medioambientales en relación con estos parámetros: impacto de carbono, uso de combustibles fósiles, consumo de agua, relación producto/embalaje, así como material de vertedero. Ejemplificamos, a continuación, cada uno de los casos:
Reduce el impacto de la huella de carbono
Un contenedor rígido de polietileno para vainas de detergente para ropa emite 726 % más de gases de efecto invernadero que una bolsa flexible con cierre hermético.
Disminuye el consumo de agua
Una botella de polietileno de alta densidad para un envase de aceite de motor consume 513 % más agua que una bolsa flexible con una boquilla.
Una lata de acero para el empaquetado de café consume 1605 % más de agua que una bolsa flexible.
Utilizan los recursos de forma eficiente
Una bolsa flexible individual de zumo utiliza el empaque de forma eficaz con una relación producto/embalaje mayor que el 97%.
Optimiza el transporte por su peso ligero y forma plana
¿Sabes cuántos camiones necesitarías para transportar el mismo volumen de contenedores rígidos? Un camión con bolsas planas a menudo equivale a entre 15 y 25 cargas de camión con contenedores rígidos vacíos.
En definitiva, los envases flexibles de plástico pueden entregar más bienes con una cantidad considerablemente inferior de desperdicio, uso de energía y potencial de calentamiento global. Ejemplificamos esta afirmación, con el caso de envasado de café en tres tipos de packaging, que son: bolsas flexibles, envases de plástico y latas de acero.
CONSUMO DE AGUA
Una lata de acero tradicional utiliza 16 veces la cantidad de agua que utiliza una bolsa flexible que se mantiene en posición vertical, mayormente debido a la etapa de desarrollo del material. El receptáculo de plástico de polietileno de alta densidad consume el doble de agua que la bolsa flexible que se mantiene en posición vertical.
EMISIONES DE GASES DE EFECTO INVERNADERO
El recipiente de polietileno de alta densidad y la lata de acero pueden emitir, respectivamente, cuatro y siete veces más emisiones de GEI que la bolsa flexible.
CONSUMO DE COMBUSTIBLES FÓSILES
Una lata de acero y un recipiente de polietileno de alta densidad usan, respectivamente, un 453% y un 518% más de combustible fósil que una bolsa flexible que se mantiene en posición vertical.